La paloma como símbolo de la paz viene de tiempos muy remotos.
En el antiguo testamento se cuenta la historia de Noé y el diluvio universal.
Cuando acabo el diluvio, Noé envió una paloma para confirmar que había tierras sin inundar.
Se cuenta que pasado algún tiempo la paloma regresó con una ramita de olivo en el pico, simbolizando que la paz había vuelto a la tierra y que Dios estaba en paz con los hombres.
Por eso desde entonces la paloma es el símbolo de la paz.
Alberto Ndong Nandong 1º ESO